La ironía enseña a sabotear una frase/ como se hace con un motor de un automóvil:/ si sacas una pieza la máquina no anda, si mueves/ en el verbo en el sustantivo una letra/ la frase trágica se torna divertida/ Y la divertida, trágica. (Gonzalo Tavares)
lunes, 20 de julio de 2009
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